Corría el año de 1965, en una ranchería cercana a Ixtlahuaca en el Estado de México, la cual ni nombre tenía de tan oculta y desconocida, apenas algunas casas de adobe se comenzaban a levantar, no había luz eléctrica ni agua potable, un camino de terracería que prácticamente desaparecía con la oscuridad de la noche, nadie se atrevía a entrar a esos parajes en cuanto anochecía, ya que era muy fácil perderse tomando veredas equivocadas que conducían hacia las milpas. Rosario y Benjamín llegaron a vivir ahí recién se casaron, les habían dejado algunas parcelas para cosechar y podían comenzar a cultivarlas y poder hacerse de sus cosas. Rosario, una mujer jóven de apenas 17 años, era callada, tal vez eso era lo que le había enamorado a Benjamín, esa recatada mirada, llena de melancolía hacía que latiera el corazón del también joven muchacho. Pasó el tiempo y no tardaron en embarazarse, Rosario comenzó a tener una alegría inusual, cantaba mientras hacía sus tortillas sentada frente a su gran
Esto que voy a contar me paso hace como 15 años en un lugar llamado Jalacingo, Ver Era un lugar muy rural con pocas casas y muchas cosas se decian de ese sitio. En este lugar habia una casa heredada a mi padre por parte de una tia, era un lugar muy descuidado en cuanto al mantenimiento puesto que la tia vivia sola, un lugar con mucha vegetacion, muchos arboles y una extension de terreno bastante grande. Por cuestiones de vivienda mi familia se mudo a ese lugar y ahi, fue donde tuve la siguiente experiencia. Era una noche normal de un dia normal como cualquier otro pero, algo habia en la noche, algo que me tenia inquieto unas noches antes. Hummm era una extraña sensación en el ambiente como de "pesades" algo dificil de describir pero si embargo muy perceptible. abia algo raro en esa casa, algunas veces escuchaba algun tipo de cuchicheos pero eso no fue lo que mas me intrigo y a la vez me asusto. Sucedio una madrugada. Esa vez desperte, de esas ocaciones que simplemente
“Una joya arqueológica viviente” es como muchos describen al xoloitzcuintle, el perro azteca nativo de México. Considerada una de las razas más de 7 mil años, según los especialistas, el ser humano no ha intervenido en su generación. La palabra xoloitzcuintle viene del náhuatl xólotl, que quiere decir monstruo, extraño o animal y del término itzcuintli, que significa perro. Para los aztecas, éste canino era muy especial y respetado por ser un regalo del dios Xólotl para ser guía de las almas de los difuntos que viajaban al Mictlán o inframundo. En la cosmovisión mexica también tienen un papel importante; Xólotl es el gemelo de Quetzalcóatl con cabeza de perro, deidad del ocaso y de la transformación; concebido como el Venus oculto que acompaña al Sol durante el ocaso para librar una batalla en el Mictlán durante la noche. Mientras que su gemelo Quetzalcóatl, la serpiente emplumada, es la luz y vida de este planeta que acompaña al Sol al amanecer. La leyenda cuenta que el dios Xó
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