El ser misterioso Continuacion...

Yo que era de los más grandes de edad, les comente que solo deberíamos revisar bien para saber si la casa estaba o no habitada y sino estaba pues proceder a ir en la noche para tomar las tablas, de hecho para que se calmara un poco el compañero que nos sugirió no ir por ellas, les comente que si de una vez veíamos que la casa no había sido visitada por nadie, podríamos ir acumulando las tablas en un solo lugar para en la noche solo ir a recogerlas e irnos a dejarlas a una casa cercana a la nuestra que no estaba habitada.

A lo que los demás dijeron que era buena idea y después de revisar minuciosamente la casa sobre las huellas y donde jamás volvimos a ver algún indicativo de que hubiese existido tal jarrón, nadie dijo nada al respecto, pero en mi interior solo me limité a pensar que tal vez fue simple casualidad por no existir pruebas de algún jarrón quebrado. Así que mejor callé para no darle importancia al hecho.
Ese día nos pusimos a reunir muchas tablas de madera que quitamos de otras construcciones de la misma propiedad que supuse yo que se usaban como garaje y cuartos tipo talleres, así como les gustan a los gringos. Y casi desarmamos uno de estos que también se encontraban solos y sin cosas, muy abandonados, decidimos meter toda la madera a la misma casa en la planta baja para poder recogerla fácil cuando fuéramos por ella en la noche.

Y en una de esas que andábamos acarreando las tablas, alguien encontró un tipo subterráneo debajo de la casa pero que no se entraba desde dentro de la misma, sino desde afuera, a lo cual otro compañero grito que ya dejáramos las tablas y nos reuniéramos todos para ver lo que se acababa de encontrar. Todos fuimos rápido a ver y revisar el tipo sótano, al igual que la casa se veía todo recogido pero sin huella alguna de que se hubiese ocupado en algún tiempo cercano; y era como un salón grande con una columna muy grande en el centro, el mismo presentaba una firme (no un piso normal) bastante polvoso y una especie de barra con su cantina parecía especie de salón para patinar o de baile pero al igual que lo demás revisamos rincón por rincón y todo parecía haber estado abandonado como en el interior de la misma casa, y volvimos a seguir recolectando ya conformes de que no había más señales de vida en esa casa o de que estuviese habitada y en cuanto creímos que teníamos la suficiente madera como para terminar el piso y medio muro en nuestra casa club decidimos dejar así y posteriormente pasar a recoger la madera por la noche para no dejar mucha prueba de que alguien les quito sus tablas…

Y nos fuimos a seguir pasando el día como siempre, jugando futbol en el campo, platicando, hicimos una botanita de carne tártara que nos preparo una de las mamás de un compañero y cuando por fin se estaba poniendo el sol, empezamos a reunirnos para ir por el cargamento de tablas haber cuantos viajes alcanzábamos a echarnos ese día.

Ya todos reunidos y preparados para ir a la encomienda con todo y la burra nos dirigimos hacia la cabaña ya solo para tomar la madera, todo parecía normal en el transcurso del camino incluso nada de ese sentimiento que se siente cuando crees que algo va a pasar o te tiene intranquilo. Llegamos a la cabaña y nos dirigimos a la parte de atrás para abrir la puerta que dejamos fácil de abrir para poder ingresar y sacar las tablas; nos metimos a la cabaña y al estar en frente de donde estaba el jarrón se oyó una con voz macabra (jajaja, siguen aquí?)y de la parte donde estaba un sillón solo cubierto con una sábana que ya habíamos visto siempre que íbamos a esa cabaña vimos que se levanto una como sombra(porque no teníamos mucha luz para ver bien que o quien era) solo contábamos con la poca luz que irradiaba el fraccionamiento donde vivíamos y según nosotros era suficiente para ver lo que recogeríamos para trasladarlo, solo distinguimos un poco en que fue una sombra o bulto como le llaman en algunas partes que figuraba una persona alta, calvo y al parecer de raza negra que solo empezó a mover el brazo como para señalarnos la parte donde estaba el jarrón y antes de que moviera alguna parte de su cuerpo, salimos de esa cabaña corriendo como pudimos y hasta la burra se asusto bastante (me imagino que con los gritos) que al compañero que la llevaba casi lo iba arrastrando.
Así continuamos hasta llegar a la esquina donde nos reuníamos, todos pálidos y sin poder decir nada más solo estuvimos viéndonos los unos con otros durante un largo tiempo sin pronunciar palabra, desde allí se podía ver la cabaña de la cual salimos corriendo y jamás volvimos a tratar el tema ni a ir a esa :comillas:cabaña.

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